“Los hombres no lloran”.
Durante años ha habido la creencia de que ser emocional es una característica femenina.
La vulnerabilidad y compartir tus emociones o dolores es malo.
Llorar o mostrar heridas emocionales se ve como una debilidad.
Hay muchas creencias inconscientes en nuestra cultura.
Se cree que si eres sensible y emocional, eres menos hombre.
Por lo contrario, guardarse todo, no mostrar emociones y ser fuerte, se ve como verdadera hombría.
Un hombre tiene la creencia de que tiene que ser duro y fuerte para ser exitoso o respetado.
Se cree que la rudeza, el enojo y la agresión significa seguridad, confianza y poder.
Para mi, no hay nada más poderoso que mostrar vulnerabilidad con confianza, alguien que puede autodominarse y transmitir seguridad a través de la sensibilidad, empatía y gentileza.
Estas creencias y expectativas llevan a los hombres a ocultar emociones detrás de una fachada de dureza.
Esta es la razón por la que se alejan de preguntas emocionales o actividades introspectivas que tengan que ver con reconocer emociones.
Esta máscara de la masculinidad se ha convertido en una carga para los hombres, quienes no pueden expresar vulnerabilidad o debilidad sin sentir que serán juzgados.
La presión para ser fuerte y no mostrar las emociones puede llevar a problemas como la depresión, la ansiedad y la ira.
La única emoción “negativa” que pue den sentir los hombres es el enojo. Por eso es tan común ver hombres enojados, en vez de tristes o con miedo.
Según la Organización mundial de la salud, los hombres se suicidan de 3 a 4 veces más que las mujeres (dependiendo del país).
No poder ser vulnerables también es perjudicial para las relaciones personales y puede haber dificultades para conectar con otras personas.
Poner barreras para no sentir las emociones propias también significa poner una barrera para las emociones de los demás.
Tenemos que desafiar estas creencias y los hombres se deben permitir expresar de manera auténtica y emocionalmente honesta.
Esto puede ser difícil, ya que requiere superar años de condicionamiento cultural.
Sin embargo, al hacerlo, los hombres pueden mejorar su salud mental y emocional, y pueden construir relaciones más auténticas y satisfactorias.
El propósito de nuestros juegos de preguntas es crear conexiones más profundas mientras se desarrolla la inteligencia emocional.